viernes, 22 de octubre de 2010

Espeluznantes experimentos

EN ESTADOS UNIDOS
Por Silvio González
norte@prensa-latina.cu





La investigadora Susan Reverby ha puesto al descubierto varios espeluznantes estudios ilegales de Estados Unidos con seres humanos sin que los mismos dieran su consentimiento.

La catedrática estadounidense denunció que médicos del Hospital Judío de Nueva York para Enfermedades Crónicas inyectaron a sus pacientes células cancerígenas vivas, y que en la Escuela Estatal Willobrook otros investigadores inocularon a niños discapacitados mentales el virus de la hepatitis, sin que nunca se haya sancionado a estos criminales.
Además conoció sobre los deplorables experimentos con seres humanos realizados por Estados Unidos en Guatemala entre 1946 y 1948, cuando intencionalmente infectaron con diversas enfermedades venéreas a más de 696 ciudadanos, en su mayoría enfermos mentales, prostitutas, reclusos y hasta empobrecidos soldados.
Un estremecimiento generalizado en la opinión pública internacional causaron las revelaciones de Reverby, académica del Wellesley Collage en Massachussets.
Según la especialista, el doctor John Cutler, del departamento estadounidense de Salud, participó en estos experimentos clandestinos con seres humanos.
Aseguró que también estuvo vinculado a otro escándalo denominado proyecto Tuskegee, mediante el cual se simuló una epidemia de sífilis con fines investigativos desde 1932 al 1972.
En ese siniestro ejercicio con fines militares más de 400 ciudadanos negros pobres de Alabama fueron contagiados ex profeso con sífilis sin que ellos dieran su consentimiento legal y se les negó todo tipo de tratamiento.

Según la historiadora Susan E. Lederer, en 1931 el doctor Cornelius P. Rhoads, del Instituto Rockefeller de Investigaciones Médicas, realizó otros sombríos ensayos infectando con células cancerosas sin su conocimiento a puertorriqueños.
El propio doctor Rhoads, con su puño y letra, escribió en uno de sus trabajos que “los portorriqueños son los más hediondos de los seres humanos, son vagos y los más degenerados ladrones”. Rhoads ascendió luego a jefe de la División de Armas Biológicas del Ejército y recomendó al Departamento de Defensa la eliminación de los independentistas puertorriqueños mediante el uso de gérmenes de distintos tipos, según el blog Mompox.

Durante la II Guerra Mundial investigadores estadounidenses realizaron en la Isla de San José, en Panamá, experimentos con gas mostaza contra soldados puertorriqueños del Regimiento 295 de la Guardia Nacional.

Otro de los mayores actos de guerra química y bacteriológica de Estados Unidos fue la utilización desde 1966 y 1972 de más de 12 millones de galones del defoliante químico Agente Naranja sobre cientos de miles de kilómetros de bosques en Vietnam, Laos y Camboya. Las víctimas sobrepasaron la cifra de medio millón y aún hoy nacen muchos niños con deformaciones congénitas.

Durante la toma militar de la ciudad de Faluya, en Iraq, Estados Unidos utilizó contra la población indefensa fósforo blanco, cuyo uso está prohibido por Naciones Unidas en zonas habitadas.