Bastaría ver las estadísticas para declararnos en Emergencia Mundial ante una auténtica epidemia de diabetes.
Pero, ¿por qué no se declara? Existen numerosos intereses que entran en juego. A las poderosísimas industrias transnacionales de gaseosas no le conviene, pues habría que prohibirlas. A las poderosicimas industrias capitalistas de las medicinas tampoco, porque no vendería "remedios" para curar la diabetes y así una gran cantidad de "empresas" que viven de la muerte de los incautos consumidores.
Además de este grave problema hay que denunciar el alto contenido de calorías de estos refrescos que trae como consecuencia el alarmante aumento de la obesidad infantil y en adultos también.
Estos refrescos gaseosos son verdaderos venenos que se venden libremente bajo los más variados "sabores", desde cola ¿? hasta malta, pasando por naranja, limón, piña, etc.
En nuestro país el consumo es muy alto, basta asomarse antes del medio día para ver un desfile de niños, jóvenes y adultos con su "litrón" bajo el brazo para acompañar el almuerzo.
Cuando las gaseosas y huesos no se llevan bien
Si a usted le gustan las gaseosas (bebidas de cola), le tenemos malas noticias. El consumo de estas bebidas podría estar aumentando el riesgo de sufrir osteoporosis, según investigadores estadounidenses.
Osteoporosis: La osteoporosis significa literalmente "huesos porosos". Es una enfermedad en la que se reduce gradualmente la calidad de la masa ósea, lo que conduce a debilidad del esqueleto y un mayor riesgo de fracturas.
Ácido fosfórico
Se cree que el responsable de esta relación es un ingrediente de la cola llamado ácido fosfórico, pero el mecanismo aún no se conoce totalmente. Dicho ácido podría acutar de dos formas:
- Se cree que el ácido fosfórico, particularmente en dosis de gaseosa (cola) que se repiten diariamente, crea un ambiente acído en la sangre. Esto produce una extracción del calcio de los huesos para equilibrar esa acidez.
- Por otro lado los altos niveles de ácido fosfórico pueden producir cambios en la secreción de una hormona que regula el metabolismo óseo y que podría aumentar la pérdida de hueso.
Se aconseja que quienes se muestren preocupados por la osteoporosis limiten su consumo de gaseosa (cola) a sólo muy ocasionalmente y los que ya la padecen eliminarla por completo.